miércoles, 9 de diciembre de 2015

Hechos 1:15 "El Primado de Pedro"

TEXTO:
“En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:” (Hechos 1:15).
  
COMENTARIO
Por Selvin Monterroso
  
Introducción
El rol del apóstol Pedro en la iglesia primitiva ha sido un tema de conflicto entre católicos y protestantes.  Para la mayoría de los protestantes, Pedro fue simplemente uno más de los tantos siervos de Dios con que contó la iglesia primitiva.  Sin embargo, para los católicos, Pedro fue mucho más que eso; a saber, la roca y fundamento sobre la que Cristo edificó la Iglesia.  En el presente artículo, pretendo analizar el tema desde una perspectiva neutral.


¿Era Pedro el líder de los apóstoles?
Sí y no.  La respuesta depende de lo que se entienda por liderazgo.  En efecto, Pedro tenía un rol protagónico.  Su nombre aparece siempre encabezando los listados de los apóstoles.  Jesús le encomendó pastorear a sus discípulos (Juan 21:15—19).  Es quien guía a la primera comunidad de creyentes (Hechos 1:15).  Es el primero en predicar el evangelio a los judíos (Hechos 2) y a los gentiles (Hechos 10).  Sin embargo, este rol protagónico jamás debe interpretarse en sentido jerárquico.  Jesús mismo se opuso a tal idea.  Cuando los apóstoles preguntaron a Jesús, quién era el mayor.  En vez de responder “Pedro” como desearan muchos católicos; dijo:

“…De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.  Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18:3—4). 

Y en otra ocasión dijo:

“…Sabéis que los gobernadores de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.   Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor. Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:25—28).

Pedro fue columna de la iglesia primitiva (Gálatas 2:9), pero jamás estuvo por encima de los demás; eso habría estado en contra del corazón del evangelio mismo.


¿Fue establecida la Iglesia sobre Pedro?
El texto central en esta discusión es Mateo 16:15—19:

“Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.  Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.  Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”

El texto no es complicado, pero nuestras interpretaciones forzadas lo han oscurecido.  En efecto, toda interpretación protestante de este pasaje es un ataque contra el catolicismo y toda interpretación católica es una apología del papado.  Un dicho oriental dice que “es muy difícil verter contenido en un vaso que ya está lleno”.  Lo que el intérprete debe hacer es eliminar al máximo sus prejuicios y ver el texto sin presuposiciones.

Lo primero que el lector debe notar es que aquí estamos ante una simple figura del lenguaje en que la iglesia es comparada a un edificio.  Esta no es la primera vez que esto sucede y el análisis de otros casos nos servirá para valorar mejor este pasaje de Mateo.  Por razones de espacio, en el presente estudio, solo analizaremos dos de esos pasajes.

Primer ejemplo: 1 Corintios 3.10—11:

“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.  Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”

  • La Iglesia es como un Edificio
  • El Edificador es Pablo
  • El Fundamento es Cristo
  • Los demás cristianos son co-edificadores

 Segundo ejemplo: Efesios 2:20—22:

“…edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.

  • La Iglesia es como un Edificio
  • El Edificador es probablemente el Espíritu (Efesios 2:18)
  • La Piedra Angular es Cristo
  • El Fundamento son los Apóstoles y Profetas
  • Los demás cristianos son otras partes del edificio

 Como el lector habrá notado ya, cada vez que se utiliza la metáfora cambian ligeramente los elementos.  En un caso los apóstoles son edificadores y en otro fundamento; los cristianos son co-edificadores y en otras partes del edificio.

Ahora bien, en Mateo 16:18—19

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.  Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”
  •  La Iglesia es como un Edificio una vez más
  • El Edificador es Jesucristo
  • Pedro tiene las llaves; él es el mayordomo
  • La Roca no puede ser Pedro o Cristo porque ellos ya tienen un rol en esta figura literaria.

 Aunque en otros pasajes de la Biblia Cristo es el fundamento (1 Corintios 3:11 y la piedra angular (Efesios 2:20) en este pasaje no puede ser la Roca porque él ya tiene un rol: es el edificador.  Pedro tampoco puede ser la Roca porque Pedro ya tiene un rol: es el portero o mayordomo.  Lo más lógico es concluir que la Roca sobre la que se fundamenta la iglesia es la confesión de Jesús como Cristo porque nadie puede ser parte de la iglesia sin confesar personalmente que Jesús es el Cristo.

Como mayordomo, Pedro tiene las llaves del reino; el puede atar y desatar.  Sin embargo, aún esto no es una facultad exclusiva del apóstol.  Jesús mismo entregó esa facultad al conjunto de cristianos reunidos como iglesia.  Él dijo:

“Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.  De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo” (Mateo 18:17—18).


Conclusión

En pocas palabras, los apóstoles fueron muy importantes y Pedro tenía un rol prominente entre ellos.  Sin embargo, jamás hombre alguno debe usurpar el lugar que solo le corresponde a Cristo.  Los corintios pensaban que adherir su grupo al nombre de un líder humano era importante y Pablo los corrige contundentemente diciendo “¿Acaso está dividido Cristo?  ¿Fue crucificado Pablo por vosotros?  ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Corintios 1:13).  Los católicos argumentan que son la iglesia verdadera porque están adheridos al Papa, el cual afirman ellos es sucesor de Pedro.  Los evangélicos se preocupan por pastores que les de lo que ellos llaman “cobertura espiritual”.  Ambos están en un error fundamental.  Por importante que haya sido un humano nunca será más que un instrumento, un colaborador en la gran obra de Dios.  El único que murió por nuestros pecados es Cristo.  Quien merece honra, gloria y adoración es Cristo.  Y la Iglesia verdadera es aquella que está adherida a Cristo como su cuerpo.  Lo único que nos debería preocupar es estar adheridos a Cristo y ser fieles a su voluntad porque solo así seremos verdaderamente la Iglesia de Cristo.



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